Los diseñadores tenemos dos momentos cruciales.
El primero, es el trato con el cliente, escuchas sus necesidades, y aportar aquellas soluciones que sean más convenientes para hacer el hábitat más confortable, a partir de ahí desarrollar el proyecto, planteando su distribución, con sus materiales, texturas y colores….
El segundo momento crucial, es cuando se finaliza la obra, atrás quedan alegrías, problemas de ejecución, tensiones, reajustes de diseños y noches sin dormir, todo eso se olvida, cuando ves que el trabajo finaliza en plazo, ajustado a presupuesto y por supuesto tal cual lo tenías concebido en tu cabeza y sobre todo cuando el cliente te da el beneplácito y hasta en algunos casos te dice que eres un gran profesional y que estás rodeado de buenos oficios.
Os dejo una imagen de uno de nuestros proyectos después de ejecutar diseño, obra y decoración de uno de los espacios a proyectar
Espero que os guste
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Verónica AR